BAUSÉN, UN PUEBLECITO DE LA VALL D'ARAN CON DOS CEMENTERIOS Y UNA BONITA HISTORIA DE AMOR.

En este solitario lugar, descansa Teresa. 

(Foto: Excursionesvalldearan.blogspot.com)

Bausén, es un pueblecito de la Vall d'Aran que cuenta con una historia de amor tan increíble como el hecho de que el municipio cuente con dos cementerios.

En las afueras del pueblo, en un lugar conocido por Coret, se encuentra la tumba  más conocida del pueblo, y más todavía, si cabe, después de que Quim Masferrer hiciera su "Foraster". Allí está enterrada Teresa, en un pequeño cementerio donde solamente reposa ella. Una tumba sencilla, rodeada de un muro de piedra casolana, de 2 metros de altura y una puerta que casi siempre permanece cerrada. En la lápida puede leerse un pequeño epitafio: "A la meva estimada Teresa".

¿ QUIÉN ERA TERESA ?.

Teresa era una mujer del municipio que estaba enamorada de su primo Francisco. Éste pertenecía a la casa  Docentes y ella a la casa Belana. Se querían tanto  que pidieron al cura del pueblo que los uniera en matrimonio. 

En aquella época, casarse  entre familia, no era nada extraño, pero el obispado exigió que pagaran  una dispensa para  poderse casar. Ellos se negaron, bien porque no podían  hacerlo  o no querían gastar en un impuesto para la Iglesia. Así y todo se fueron a vivir juntos, desafiando a la Iglesia.

El azar  pero, hizo que Teresa falleciera de pneumonía tal día como hoy  hace cien años, dejando a sus dos hijos y a Francisco. El rector se negó a  enterrarla en el municipio, porque se habían  "juntado sin la bendición de la Iglesia". El cura  ofreció la posibilidad de darle sepultura  en un lugar donde estaban enterrados los no católicos, pero Francisco se negó. Entonces todo el pueblo decidió ayudarle, y se empezó a construir en las afueras de Bausén un nuevo cementerio.

Levantaron el muro en una noche y así pudieron enterrar a Teresa, en un día como hoy y con sólo 33 años de edad. Esta es la historia más romántica de Bausén y uno de los reclamos turísticos más solicitados del municipio.

Años después, Francisco marchó a Francia con sus dos hijos. Allí falleció, y su última voluntad fue ser enterrado al lado de Teresa. No pudo hacerse nunca realidad, posiblemente a causa de la Guerra Civil española.